Gamcha

Junto con las mujeres nepalíes, la marca Gamcha con sede en Copenhague Dinamarca, crea productos infantiles únicos hechos a mano que son a la vez hermosos y sostenibles. Utilizando técnicas y materiales tradicionales como la cachemira y la lana, estas mujeres elaboran productos perfectos para la habitación del niño. Desde coloridas mantas y móviles hasta juguetes y ropa, cada producto es único y está hecho a mano con cuidado y atención al detalle.



Lo mejor de estos productos es que no sólo son hermosos y duraderos, sino que también tienen un impacto positivo en la comunidad y el medio ambiente. Al comprar estos productos infantiles, estás apoyando el empoderamiento económico de las mujeres nepalesas y ayudándolas a mantener sus artesanías tradicionales.


Así que si estás buscando un regalo único para un niño en tu vida, puedes elegir con confianza uno de estos productos infantiles hechos a mano, creados con corazón y alma por hábiles mujeres nepalesas. 

HISTORIA DE LA MARCA

En 2009 visité Nepal por primera vez. Simplemente me enamoré del país y de su gente y desde entonces he visitado el país una o dos veces al año. Gamcha es un pequeño pueblo en Nepal donde mi familia, antes del gran terremoto, era dueña de una casa de huéspedes ecológica. Mi padre y yo quedamos fascinados por las artesanías tradicionales que los artesanos hacían en sus pequeños talleres, y aquí nació la idea de Gamcha. Queríamos compartir el hermoso trabajo en Europa y, mientras tanto, apoyar a los artesanos nepaleses. Shanti y Nirjala son dos mujeres que comenzaron una producción de fieltro en 2004 y en colaboración comenzamos a diseñar productos que se adaptan al mercado europeo. A los europeos les encantó nuestra idea, lo que significa que hoy más de 125 mujeres trabajan haciendo nuestros diseños con un trato y un pago justos: tenemos la visión de ayudar a aún más mujeres nepalesas a conseguir un trabajo bien remunerado y, con ello, una independencia que rara vez es para las mujeres en Nepal.

Shanti y Nirjala se han convertido en mis buenos amigos y, aunque viven y trabajan a más de 7.000 kilómetros de Copenhague, tenemos un contacto estrecho e incluso hablamos a diario. 

Juntas marcamos la diferencia para las mujeres de Nepal <3
- Ane Hansen